Tierra petrificada.

Partiendo de la investigación sobre las características de los morteros de cal que han demostrado una calidad estable durante siglos, como el Opus Signium y, en concreto, su variante Cocciopesto, que deben gran parte de su dureza al aporte de los silicatos de aluminio de las puzolanas y cerámicas utilizadas como parte de la curva grano métrica del compuesto, he especializado dicho aporte de silicatos ampliando el rango de utilización. Por ejemplo, la sección del muro de un tapial de tierra comprimida tradicional suele ser de alrededor de 60 cm de grosor. Con la especialización de los silicatos, se ha podido reducir dicha sección a 30 cm conservando sus propiedades estructurales y térmicas.

En la reacción química del propio mortero, o sobre una superficie mineral, se produce una polimerización, de ahí el nombre acuñado “Geopolímero”. He descrito algunos detalles sobre métodos de utilización en el documento “La tierra constructiva. Al albañil”.

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